La retracción de encías es un problema serio que afecta a muchas personas, aunque en ocasiones no se le da la importancia que merece.
Cuando esto ocurre, los dientes quedan más expuestos, lo que no solo genera molestias y sensibilidad, sino que también puede desencadenar un proceso más preocupante que incluso puede llevar a la pérdida de piezas dentales. Este problema es mucho más común de lo que se cree, y si no se trata a tiempo, puede causar complicaciones importantes.
Desde la clínica dental Gilardi Tornero, como expertos en salud gingival, sabemos que este problema es más frecuente de lo que parece. Por eso, en este artículo te explicamos de qué se trata, cuáles son sus causas principales y cómo puedes prevenirla para evitar consecuencias más graves.
¿Qué es la retracción de encías o la recesión gingival?
Cuando hablamos de encías retraídas, nos referimos a una enfermedad en la que el tejido que rodea los dientes se desgasta o se desplaza hacia abajo, dejando al descubierto la raíz dental. Este problema no solo afecta la estética de la sonrisa, sino que también expone los dientes a daños, infecciones y aumenta la sensibilidad.
Esta recesión es gradual, lo que significa que muchas personas no se dan cuenta de que sus encías están retrocediendo hasta que los síntomas son evidentes. La retracción puede aparecer de forma localizada, afectando solo a uno o varios dientes, o de manera generalizada, afectando a toda la boca.
En cualquier caso, requiere atención odontológica para evitar problemas más graves, como la pérdida dental o enfermedades periodontales avanzadas.
Causas principales de las encías retraídas
Existen diversas causas de la retracción de encías. Aquí tienes una lista con las más comunes:
- Mala higiene dental: no mantener una correcta limpieza bucal favorece la acumulación de placa bacteriana y sarro, lo que puede inflamar y dañar las encías.
- Cepillado agresivo: el uso de un cepillo con cerdas duras o un cepillado con demasiada fuerza puede desgastar el tejido gingival.
- Genética: algunas personas son más propensas a desarrollar este problema debido a factores hereditarios.
- Enfermedades periodontales: las infecciones que afectan a las encías, como la periodontitis, son una de las principales causas de este problema.
- Bruxismo: el hábito de rechinar los dientes puede ejercer una presión excesiva sobre las encías, provocando su retroceso.
- Cambios hormonales: factores como el embarazo o la menopausia pueden hacer que las encías sean más sensibles y propensas a retraerse.
Es importante conocer las causas y estar alerta para poder prevenir esta enfermedad, ya que de no ser tratada a tiempo puede conllevar consecuencias muy graves para tu salud bucal.
Síntomas de la retracción de encías
A menudo, la recesión gingival no se detecta en sus primeras fases, ya que el proceso es lento y no siempre presenta dolor inmediato. Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden indicar que estás empezando a padecerla y que debes tomar medidas para evitar que el problema avance.
Algunos de estos signos son:
- Sensibilidad dental: los dientes se vuelven más sensibles a los alimentos o bebidas frías, calientes o dulces.
- Dientes más largos: la exposición de la raíz dental puede hacer que los dientes se vean más largos de lo normal.
- Sangrado de encías: las encías pueden sangrar al cepillarse o usar el hilo dental, lo que indica inflamación o daño en el tejido.
- Mal aliento persistente: la acumulación de bacterias y placa bajo las encías puede causar halitosis.
- Espacios entre los dientes: puede generar pequeños huecos entre los dientes, donde se acumulan restos de comida y bacterias.
Si notas alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un especialista en salud bucodental para que te evalúe y pueda ofrecerte un tratamiento adecuado.
¿Cómo prevenir la recesión gingival?
Prevenir este problema es posible con buenos hábitos de cuidado dental y adoptando algunas medidas preventivas. Debes mantener unos buenos hábitos de higiene bucal, cepilla tus dientes al menos tres veces al día con un cepillo de cerdas suaves y realizando movimientos circulares, utiliza seda dental y colutorio para eliminar la placa por completo.
Es importante que acudas a revisiones periódicas con tu dentista, sobre todo en periodos de cambios hormonales como pueden ser el embarazo o la menopausia, en el caso de una retracción de encías leve, podrá recomendarte un tratamiento para frenar su avance. Además, debes controlar el bruxismo, si tienes el hábito de rechinar los dientes, una férula de descarga puede ayudarte a mantener tus dientes y encías sanos.
Posibles tratamientos para la corrección de las encías retraídas
Cuando el proceso ya se ha iniciado, es posible poner solución a la retracción de encías. Una limpieza profunda puede frenar el proceso en las etapas iniciales. En estadios más avanzados es posible realizar injertos del tejido gingival para cubrir las zonas más expuestas.
Por último, en los casos más graves se puede realizar una cirugía periodontal para regenerar los tejidos y frenar la enfermedad.
Ahora que ya conoces este problema, si has notado retracción gingival en tu boca y necesitas una solución, en Gilardi Tornero podemos ayudarte a encontrar el tratamiento adecuado para tu caso.
No dudes en consultarnos para cuidar tu salud bucodental.
