La erosión dental es uno de esos problemas silenciosos que no siempre avisa a tiempo. Puede empezar de forma discreta, con una ligera sensibilidad o una sensación diferente al cepillarte, y con el paso de los años, si no se detecta a tiempo, acabar afectando gravemente la salud de tu boca.
Desde Gilardi Tornero, como expertos en odontología, te contamos qué es esta afección, cómo puede afectar a tu salud bucodental y qué debes hacer si sospechas que la padeces.
¿Qué es la erosión dental?
La erosión en los dientes ocurre cuando el esmalte que protege su superficie se va desgastando poco a poco por el efecto de los ácidos. No tiene nada que ver con las caries, que se deben a bacterias, en este caso, el daño viene de sustancias que alteran el pH de la boca y acaban debilitando esa capa externa.
El problema es que, una vez se pierde, el esmalte no se regenera, y eso puede derivar en sensibilidad, cambios estéticos y más riesgo de fracturas.
Causas de la erosión dental
Las causas de la erosión dental pueden ser múltiples, y a menudo se combinan entre sí. Entre las más comunes están el consumo excesivo de alimentos y bebidas ácidas, como refrescos, cítricos, zumos o vinagres. También influye el reflujo gástrico, los vómitos frecuentes (como ocurre en trastornos alimentarios o durante embarazos con náuseas intensas) y algunas condiciones médicas que provocan sequedad bucal.
Otra causa común es el cepillado agresivo justo después de consumir ácidos, lo que favorece la eliminación del esmalte reblandecido. Incluso algunos enjuagues con bajo pH o pastas dentales abrasivas pueden empeorar el problema si se usan de forma inadecuada.
Principales síntomas de la erosión dental
Es fácil que este problema pase desapercibido en las primeras fases. Sin embargo, hay señales que pueden alertarte de su presencia.
Aquí tienes una lista con los síntomas más frecuentes relacionados con la erosión dental:
- Sensibilidad al frío, calor o alimentos ácidos que antes no molestaban.
- Cambio en el color de los dientes, que se vuelven más amarillos al perder el esmalte.
- Dientes con bordes más finos o translúcidos, especialmente en los incisivos.
- Superficie rugosa o con pequeños hundimientos.
- Dolor leve al cepillarse o al tocarse ciertos puntos.
Si notas alguno de estos signos, aunque sea de forma ocasional, lo mejor es que consultes con tu dentista. Detectarlo pronto puede marcar la diferencia entre un pequeño ajuste o un tratamiento más complejo.
Tipos de erosiones dentales
Este desgaste no se presenta siempre de la misma manera. La erosión en los dientes puede tener distintas formas según su origen y localización. Entender de qué tipo se trata es fundamental para abordarlo correctamente desde la clínica.
Erosión dental intrínseca
Este tipo de erosión dental está causado por ácidos que provienen del interior del cuerpo. Es habitual en personas con problemas de reflujo gastroesofágico, vómitos frecuentes o ciertas enfermedades digestivas. El esmalte se desgasta desde dentro hacia fuera, y suele afectar más a la cara lingual (interna) de los dientes.
Erosión dental extrínseca
En este caso, el desgaste se debe a sustancias ácidas provenientes del exterior, como bebidas carbonatadas, zumos, alimentos ácidos o un uso inadecuado de productos de higiene bucal. Suele afectar a las caras externas de los dientes, especialmente en la parte frontal.
¿Qué tratamientos son más oportunos?
El tipo de tratamiento para la erosión dental depende del grado de afectación y del número de piezas comprometidas. No se trata solo de devolver la estética, sino de recuperar la protección natural que el esmalte proporciona.
Entre las opciones más frecuentes están:
- Carillas de porcelana: una solución estética y duradera que cubre la parte frontal del diente, protegiéndolo y devolviéndole su forma y color natural.
- Carillas de composite: más económicas que las de porcelana, también aportan un buen resultado estético, aunque su durabilidad es algo menor.
- Implantes dentales: en casos extremos en los que el diente está tan dañado que no se puede salvar, el implante puede ser la mejor opción.
- Reconstrucciones con resinas: si el desgaste no es muy profundo, se puede optar por una reconstrucción parcial con materiales estéticos.
- Selladores o flúor tópico: para reforzar el esmalte restante y prevenir que la erosión avance más.
No hay que alarmarse, porque este problema tiene solución. Lo más importante es acudir a tiempo a un profesional que valore el estado de tu boca y te oriente sobre el tratamiento más adecuado.
Prevén y trata tu erosión dental en Clínica Gilardi Tornero
En Clínica Dental Gilardi Tornero contamos con experiencia, formación continua y tecnología para ayudarte a frenar y tratar este problema de forma efectiva. Analizamos el origen de la erosión de los dientes, valoramos el alcance del desgaste y te proponemos el plan más adecuado para proteger tus piezas y recuperar la salud de tu boca.
Cada sonrisa es distinta, y cada tratamiento también. Por eso, te escuchamos, te explicamos y trabajamos contigo para que vuelvas a sentirte cómodo y seguro al sonreír. No dejes que este problema avance sin control.
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